Recopilado por Alejandro Sánchez
El énfasis misionero comenzó relativamente tarde en la historia. Uno de los impulsores, que no el primero, fu William Carey. Vivió unos 60 años desde que nuestro himno fuese usado por él. Sin embargo, Carey lo usó encantado de su mensaje. Cuando estaba dispuesto a servir al Señor como misionero, habló con su obispo anglicano de su deseo, a lo que se le contestó: “Joven, si Dios quiere salvar a los paganos, Él lo hará sin necesidad de tu ayuda”. La razón por la que tanto gustaba este himno a Carey era porque hablaba de que el Señor Jesús reinará hasta que las naciones paganas se conviertan a él.
La letra que compuso Isaac Watts (1674-1748), excelente compositor de más de 600 himnos, fue escrita en el año 1719, cuando Watts tenía unos 45 años. Estaba basada en el Salmo 72, un salmo que David compuso para su hijo Salomón. En el original este himno se llamaba: Jesús Shall Reign.
Una de las historias más bonitas que se han recogido sobre este precioso himno se sitúa en el Pacifico Sur. En el año 1862, en las South Sea Islands (Islas del Mar del Sur), el rey George the Sable, leyó la nueva constitución que se cambiaba de una pagana a una cristiana. Al acabar la lectura, cinco mil personas cantaron este himno. La razón es esta: de las ocho estrofas que tenía el himno, la tercera decía así: “…y naciones paganas, a Su Palabra, Se sometan, e inclinen, y reciban a Su Señor.” Podemos entender el sentir de aquellas gentes cantando estas palabras al haberse convertido a Cristo.
Con respecto a la música, fue compuesta por John Hetton, quien denominó la melodía con el nombre de Duke Street, el nombre de la calle donde vivía en la ciudad de Saint Helens. Él había nacido cerca de Liverpool, en la ciudad de Warrington en Inglaterra. Sería en el año 1793 en el año cuando preparó la música con el que hoy lo conocemos. Hetton murió poco después atropellado por una diligencia.
La primera vez que se editó con esta música fue en una colección de himnos llamado A Select Collection of Psalms and Hymn Tunes (Una Colección de Salmos y Tonadas de Himnos), editado por Henry Boyd Era el año 1793, el mismo año en que Hetton compuso la música.
No comprendemos la inquieta “necesidad” que algunos tienen por las músicas y letras nuevas. Estas historias de himnos son solamente el punto del iceberg de un profundo e inmenso mar de himnos que son preciosos y que nunca han salido a la luz de los himnarios en español. Dejemos que el mensaje y la música de este himno inunde nuestros corazones. Cántelo ahora con un buen espíritu y notará el resultado.
1. Cantad alegres al Señor,
Mortales todos por doquier,
Servidle siempre con fervor,
Obedecedle con placer.
2. Con gratitud canción alzad
Al Hacedor que el ser os dio;
Al Dios excelso venerad,
Que como Padre nos amó
3. Su pueblo somos: salvará
A los que busquen al Señor;
Ninguno de ellos dejará;
Él los ampara con su amor.