Columnas en la Iglesia

Gál.2:9

Dios usó columnas con su pueblo cuando lo sacó de Egipto, y les sirvió de guía y protección.

Luego, vemos que Moisés edificó 12 columnas en representación de cada una de las tribus.

Cuando Dios ordenó la edificación del Tabernáculo, dijo que hubiese columnas tanto para el edificio central como para el vallado del atrio alrededor.

Más tarde vemos que Salomón edifico el templo y puso columnas.

Sin embargo, había dos columnas llamadas Jaquín y Boaz que Salomón puso en el pórtico del templo, que cuando Nabucodonosor deportó al pueblo de Dios fueron destruidas y llevadas a Babilonia.

Ya en el NT se nos habla de las columnas en otro sentido.

En Gál.2:9 Pablo, haciendo referencia a su visita a la iglesia de Jerusalén, menciona a los que eran tenidos por columnas en la iglesia, diciendo: “…Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas…”.

Ahora bien, en las cuatro veces que se usa la palabra columna en el NT, en tres de ellas se refiere a ellas como hablando de personas.

La segunda vez la encontramos en 1Tim. 3:15 donde se refiere a la iglesia como columna de la verdad.

Evidentemente esto refiere a los creyentes verdaderos que conforman la iglesia de Cristo.

La tercera está en Apo.3:19, leemos: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios”.

Y la última mención se encuentra en Apo.10:1 “Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego”.

Aún en esta ocasión se nos revela el aspecto de firmeza y fortaleza de aquél ángel.

Estas son dos cualidades que debe tener una columna del tipo que sea.

No edificaríamos una casa con columnas de caña. —No tiene firmeza ni fortaleza.

En el pasaje de Gálatas se nos dice que Santiago, Pedro y Juan eran tenidos por columnas que soportaban a la iglesia de Jerusalén.

Hnos. cada iglesia tiene sus columnas, y obviamente, cuantas más columnas haya más sólida será la iglesia.

En 1Tim.3:15, hablando de la iglesia del Dios viviente, se dice que es columna y baluarte de la verdad”.

Cada hno/a. debe ser columna que sostiene la verdad. —Cada iglesia local debe tener sus columnas.

El problema es que existe el pensamiento de una mayoría que dice: mientras haya unos poquitos que den soporte por toda la iglesia no veo necesidad de ser yo una columna.

Pero olvidamos algo muy importante: Cuantas más columnas mayor solidez en dar soporte a la verdad de Dios.

Todo edificio necesita columnas, y Efesios 2:19-21 nos dice: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor”.

Dios está edificando un edificio santo con sus hijos como piedras vivas.

Un edificio que Cristo está construyendo, Su iglesia.

Y Él es el fundamento de todo el edificio, pero hacen falta pilares (columnas) que sostengan la verdad de Cristo.

Son muchas las iglesias locales que se han derrumbado porque no tenían columnas o eran demasiado pocas o débiles.

¿Qué pasaría si quitásemos la mayoría de las columnas de este edificio? ¿Cuánto tardaría en derrumbarse por completo todo el edificio?

Esta iglesia necesita más columnas que sostengan la verdad en alto y la protejan de todo error y herejía.

Sólo quisiera que nos formulásemos esta pregunta: ¿Estás siendo una columna en tu iglesia?

Cada uno de nosotros sabe en su corazón si está siendo una columna o no lo está siendo.

Alguien que es columna en la iglesia le da soporte con su presencia a cada culto.

Alguien que es columna respalda las actividades que tiene la iglesia en todo momento posible.

Alguien que es columna está siempre dispuesto a lo que se requiera.

Cuanto más pilares hay en una iglesia, más firme se sostiene. Lo que realmente hace que una iglesia local se sostenga firme son sus columnas.

¿Estás siendo columna en tu iglesia? ¿Eres una columna en la iglesia?

En Apocalipsis hemos leído que al que venciere Dios le hará columna en su templo.

—¿Podrías llegar a serlo allí sin serlo aquí?

¿Podría ser que Dios te ponga allí como columna en su templo mientras aquí no lo estás siendo? ¡Piénsalo!