2Cor.5:18 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Este es un versículo muy conocido y citado, pero poco vivido.
El texto es en sí muy claro: —los que son salvos son hechos nuevas criaturas.
Vemos que el apóstol Juan nos lo dice con más detalle y claramente en su Evangelio.
Jn.1:12-13 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 -los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”.
Luego, en el capítulo 3 nos mostrará que se está hablando de un nuevo nacimiento.
La pregunta que debemos hacernos es: 1º. ¿He nacido de nuevo? 2º. ¿Son ahora todas las cosas nuevas?
Si has respondido positivamente a la primera pregunta, entonces deberás contestarte la segunda.
¿Qué significa que las cosas viejas pasaron? ¿Qué significa que todas las cosas son hechas nuevas?
Responder a estas dos preguntas te hará pensar en cuáles eran esas cosas viejas que ya no deben estar en ti.
Lo que tenías cuando conociste al Señor son las cosas viejas:
—El hombre viejo, la vieja naturaleza y todo lo que esto llegaba a producir en ti.
—La mentira, el odio, la autosatisfacción, el amor a ti mismo más que a nada.
—Y toda la serie de pecados que emanaban de aquella vieja naturaleza.
Pero una vez que hemos detectado cuales eran aquellas cosas viejas que salían del viejo corazón, ahora deberemos pensar en las cosas nuevas que han sido hechas en ti.
Tu nueva naturaleza (somos nuevas criaturas) ¿Qué están produciendo? ¿Cuáles son las cosas nuevas?
Las cosas nuevas deben ser: nuevas perspectivas, nuevas ideas, nuevas ambiciones, nuevas convicciones.
—Nuevos deseos y anhelos, nuevos ideales, nuevas esperanzas, — también nuevos temores,
—pero también nuevas metas, nuevos principios y nuevos afectos.
—Ahora el nacido de nuevo es conducido por un nuevo espíritu y sigue un nuevo curso de vida.
Aquel que es una nueva criatura en Cristo tiene nuevas leyes, nuevas costumbres, una nueva constitución y nuevas riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Los pensamientos que antes tenía comienzan a desaparecer mientras va creciendo en Cristo.
Su lenguaje comienza a ser más refinado y escogido.
Ya dejan de agradarle las cosas que antes buscaba en el mundo.
Las canciones de su corazón empiezan a ser más y más alabanzas a su Dios.
Tiene un nuevo pacto en la sangre de Cristo. — Una nueva relación con Dios. Un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros.
Y estas cosas ocurren como con los niños. — ¿Te acuerdas cuando te comenzaron a caer los dientes?
Ahora podemos decir: Los dientes viejos pasaron, he aquí todos son hechos nuevos.
Y ¿sabes por qué se caen los llamados dientes de leche? Es muy sencillo:
Cuando comienzan a salir los nuevos dientes, los viejos comienzan a caerse.
No es que se caen para que salgan los nuevos. No. —Son los nuevos los que empujan a los viejos a salir.
Y esta debe ser nuestra experiencia en la nueva vida en Cristo.
Col.3:8-10 “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 – No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 – y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”.
Estas palabras son muy importantes. —Nos hablan del viejo hombre, o sea, las cosas viejas que pasaron.
Aquí nos dice que debemos despojarnos de las cosas viejas.
Pero también nos dice que debemos vestirnos con el vestido nuevo.
Y para concluir este pensamiento, todavía nos están prometidas otras cosas nuevas, porque las viejas también pasarán.
Unos nuevos cielos. —Una nueva tierra. —La nueva Jerusalén. —El nuevo templo. —Y un nuevo paraíso.
Cristo ha comenzado cosas nuevas en nosotros —los que hemos sido hechos nuevas criaturas—
Pero continuará con más cosas nuevas cuando estemos en Su gloria.
Todas las cosas serán nuevas.
Pero el deseo del Señor es que comencemos ahora a practicar esas cosas nuevas que pertenecen a la nueva naturaleza.
Rom.6:4 “Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.