En un apretado debate por la aprobación de la Fecundación In Vitro en Costa Rica, 26 diputados, entre ellos 2 evangélicos, lograron la mayoría de votos para la no aprobación del proyecto impulsado por el Gobierno de la Presidenta Laura Chinchilla.
La prohibición de la Fecundación In vitro, proceso realizado para iniciar el embarazo fuera del vientre materno, fue decidido por cuestiones morales que se habrían debatido y estudiado por diversas organizaciones gubernamentales y Sociedad, por lo que quedaría prohibido cualquier procedimiento relacionado con la procreación no natural.
Desde el año 2000, el proceso fue cancelado y puesto a aprobación por diversas presiones de la Iglesia Católica en Costa Rica, ya que había declarado que “el derecho a la vida de los recién nacidos no debería ser violado”, a finales de Mayo, el Gobierno Costarricense habría buscado la legalización del proceso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para poder debatir la aprobación Internamente en la Isla para así replantear la petición, aunque con pocos adeptos.
Con diversas partes opositoras, entre ellas diversas Iglesias y representante Evangélicos y diputados, la Fecundación In vitro es prohibida definitivamente, por lo que sería una de las dos únicas naciones en el mundo que no legalizan el procedimiento Biológico junto con Afganistán.
La esperanza de miles de personas-parejas en calidad de Infertilidad no fue aprobada, algunas habían protestado contra la CIDH por coartarse su derecho a ser padres, y algunas otras, como diversos grupos religiosos, promovían un derecho a las madres por una dignidad y ética favorables.