Mat.15:21-28 y Mar.7:24-30
La semana pasada estuvimos viendo algunas cosas interesantes aquí. Esta mujer, a pesar de que no era judía, obtuvo lo que pedía. El Señor no le hizo caso al principio, pero luego dijo de ella: “Mujer, grande es tu fe.”
Hoy vamos a detenernos en su petición.
Mat.15:22: “Mi hija está gravemente atormentada por un demonio.”
Veamos de forma rápida siete cosas en esta petición.
1- Su petición fue concreta.
Esta mujer no le dio muchas vueltas a su petición. —“Fue directa al grano.” El Señor advirtió a los discípulos que no usaran de vanas repeticiones. Pero hizo una referencia a los gentiles.
Mat.6:7 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”.
Esta mujer era gentil, sin embargo, hizo su petición sin palabrería.
2- Su petición fue humilde.
Ella dijo: “…ten misericordia de mí.” Además se nos dice que se postró ante Él. —Marcos nos dice que se postró a sus pies. Esto denota una postura de humildad en su corazón.
3- Su petición estaba llena de fe.
La semana pasada notamos cómo el Señor se admiró de su fe. Esta fue la fuerza que hizo al Señor acceder a su petición. —“Hágase contigo como quieres.” Ella reconocía que no tenía ningún derecho, pero oró con la esperanza de recibir.
4- Su petición fue fervorosa. (Entusiasta.) —La forma en que insistió nos habla de esto.
Ella tenía una necesidad, su hija estaba atormentada por un demonio. —Había una urgencia.
El Señor nos pone un ejemplo de este tipo de oración:
Luc.11:5-10 LEER. —La importunidad, la necesidad, la urgencia era por lo que recibía la respuesta. Y es bajo esta enseñanza que dice: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.”
5- Su petición fue respetuosa.
Ya vimos que tres veces le llama Señor:
Ver.22: “¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí!”
Ver.25: “¡Señor, socórreme!” —Ver.27: “Sí, Señor…”
Esto nos enseña a no perder el respeto al Señor con demasiada familiaridad.
6- Apeló a sus atributos. Su misericordia y poder. —Ella dijo: “Ten misericordia de mí”.
La misericordia es uno de los atributos del Señor. Cuando ella dice al Señor: “Si, Señor, pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos,” estaba apelando a su misericordia.
Otros hicieron lo mismo. —Pidieron por misericordia del Señor, y obtuvieron lo que pedían.
Mat.9:27-28. Los dos ciegos. —Mat.17:15. El padre del lunático.
Mar.10:47. Bartimeo. —Luc.17:13. Diez leprosos. —Luc.18:38. Otro ciego.
Nos dice la Palabra que por sus misericordias no hemos sido consumidos. Todo es por su misericordia, no lo olvidemos. Pero también apeló a su poder. —Ella estaba pidiendo que su hijita fuese librada del demonio.
Y esto no era cosa que cualquiera podía hacer. Todos estos a los que nos hemos referido también apelaron a su poder.
Por último, vemos en su petición algo que el Señor mismo nos enseña.
7- Su oración fue persistente.
Mat.15:23 “Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros”. —Los discípulos querían echarla ante tanta insistencia. La insistencia prueba que hay convencimiento de que la respuesta puede llegar. Nadie insiste si piensa que no recibirá lo que pide. También en Luc.18:7, después de poner un ejemplo dice:
“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?…”
¡Quiera el Señor enseñarnos algo de esta mujer y su petición! Que el Señor pueda decir: ¡Oh, mujer (oh hombre, oh niño, oh anciano), grande es tu fe!