Mat.8:28-34
Por Alejandro Sánchez
Uno de los más preciosos milagros del Señor tuvo lugar en Gadara. Hay algunas cosas curiosas y de aplicación que podemos apreciar en este relato del Evangelio según Mateo.
Los discípulos acababan de pasar una tormenta en al que se asustaron muchísimo, pero una vez hubo pasado, llegaron “a la otra orilla”. Esta orilla está al sureste del Mar de Galilea.
No es difícil imaginar que los gadarenos no eran los mejores judíos. En primer lugar, en la sanación de los dos endemoniados se ve que los demonios le rogaban al Señor que les enviara a un ato de cerdos que había cerca. Según el relato bíblico en Marcos capítulo 5 habían allí dos mil cerdos. Y de aquí nace la pregunta: ¿Cómo es posible que estuviesen criando tantos cerdos si éstos eran animales inmundos y prohibidos por Dios en Levítico 11:7?
Al parecer los gadarenos habían encontrado un modus vivendis que, aunque no cumplía la ley, les proporcionaba buenos beneficios con los gentiles a quienes los vendían. Esta actitud que nos parece tan mala, es una actitud muy común entre los cristianas hoy día. Algunos deportistas venden su Día del Señor mientras entretienen a los “gentiles”. Y no cabe duda que esto también les reporta grandes beneficios. Seguramente se cubre este proceder con el pensamiento: Esto es un trabajo. Pero, ¿acaso no debían pensar igual aquellos gadarenos? Mientras no los comamos nosotros, ¿qué mal hacemos? ¿Qué nos importa lo que otros hagan con ellos? Al fin y al cabo, los que lo comen no son judíos. Hay gran similitud con esos referidos deportistas, o con otros que trabajan vendiendo alcohol, tabaco, loterías, etc.
Pero también podemos ver en esta historia algo a tener en cuenta, y es: la respuesta que aquellos gadarenos dieron ante la tremenda obra que el Señor realizó allí. ¿Cuál fue la respuesta? ¿Acaso les importó que el Señor les hubiese quitado aquellos demonios de su tierra? ¿Dieron alguna importancia a que ahora podrían “pasar por aquel camino”, lo que de tiempo no podían hacer? (Versículo 28). ¡No! Su interés no estaba en estas cosas. Ellos habían perdido dos mil cerdos. Sus beneficios se iban a ver mermados; había habido un gran perjuicio económico, y esto no se podía tolerar. Y de tal modo se vieron contrariados que “toda la ciudad salió al encuentro de Jesús”y le “rogaron que se fuese de sus contornos”. (Versículo 34).
El bolsillo es más importante que las bendiciones espirituales. Así también sucede a aquellos que venden y propagan libros y música perniciosa para la vida espiritual de los creyentes. Son libros y música “inmundos”, pero ellos tienen más interés en sus “cerdos” que en el beneficio espiritual. Esos “gadarenos” son los que invitarán a los creyentes espirituales a dejarles en paz, a salir de sus tiendas y negocios que ellos llaman ministerios (¿).
Pobre ceguera la de los gadarenos. Prefirieron los negocios ilícitos a los beneficios espirituales que potencialmente tenían delante.
¡Ya es hora de despertar! ¡Renunciad a vuestras manadas de “cerdos” e invitad a Cristo a quedarse con vosotros!
Pero también hay aplicación para nuestras propias vidas. ¿Cuál es nuestra actitud cuando algún “cerdo”—léase ahora tentación—viene a nuestra vida? Un pensamiento, una situación, una imagen… ¡Cuántas cosas inmundas hemos de rechazar todos los días! Pero ahí está Cristo dispuesto a hacer milagros en tu vida. Podemos tomar la actitud de los gadarenos o podemos invitarle a quedarse con nosotros. Puede que si Él se queda nuestros intereses se vean afectados, pero la bendición espiritual será abundante. Quién sabe lo que aquellos gadarenos perdieron por invitar al Señor de todo a salir de sus tierras. Muchos podrían haber sido salvos de sus dolencias físicas. Otros podrían haber sido liberados de demonios, y otros más, salvos para la eternidad. Pero sus ojos estaban cegados por los beneficios económicos.
Quiera el Señor ayudarnos a encontrarle y preferirle a él antes que a los “cerdos”. Los gadarenos no fueron un buen ejemplo para nosotros, pero tú si puedes serlo para otros. ¿Cuál será tu decisión cuando la situación te llegue hoy?