Una de las cosas que más preocupa a los creyentes son las cosas llamadas dudosas. El caso es que muchas cosas a las que llamaríamos dudosas no lo son en realidad. Solamente nos hace dudar la inseguridad de saber qué dice la Biblia concerniente a esto o aquello. Con la esperanza de que ayuden a los hermanos, proponemos estas interrogantes:
¿Me conviene?
1Corintios 6:12
¿Hace que la gente me vea como una persona del mundo?
(1Juan 2:15 y Juan 17).
¿Me causaría vergüenza si el Señor viniese cuando lo estoy haciendo?
(1Juan 2:28).
¿Compromete el testimonio de la iglesia con la que estoy identificado?
(1Corintios 6:11).
¿Compromete el nombre del Señor?
(Colosenses 1:10 y Romanos 2:21).
¿Tengo alguna duda? ¿Estoy seguro de que esto es agradable al Señor?
(Romanos 14:23).
¿Hay conflicto con mis responsabilidades como miembro de mi iglesia?
(Hebreos 10:24-25)
¿Lo haría Jesús en mi lugar?
(1Pedro 2:21)
Este es el último de estos cuatro artículos por los que podemos averiguar qué agrada a Dios aunque sea lícito.
¿Glorifica?
1Corintios 10:23-24
¿Es una buena inversión de mi talento, dinero y tiempo?
(1Corintios 4:2)
¿Lo hago para la gloria de Dios, o para mi propio placer?
¿Atrae la atención más al Señor o a mí mismo?
(1Corintios 10:31)
¿Puedo fácilmente hablar del Señor en esa situación o me causa ría vergüenza hablar de la salvación allí?
(1Tesalonicenses 5:19)
¿Hace que la gente piense de mí como un amante al placer o uno que ama al Señor?
¿Estoy fomentando y ayudando a una causa o empresa buena y limpia?
(Filipenses 4:8)
¿Querrá Dios usar su templo (mi cuerpo) para esta actividad?
(1Corintios 6:19.20; Efesios 4:30)
¿Puedo pedir que el Señor bendiga esto?
(1Corintios 10:31)
¿Puede quitarme de los cultos de adoración en la iglesia?
(Hebreos 10:25)